"Abandonada": La hija de Arlindo Cruz se sincera sobre el derrame cerebral que sufrió su padre

Desde que Arlindo Cruz sufrió un derrame cerebral en marzo de 2017, su familia ha enfrentado dificultades emocionales y económicas que, según su hija Flora Cruz, se han visto agravadas por el aislamiento de sus seres queridos. El estado de salud del cantante, conocido por ser delicado y presentar múltiples complicaciones, ha provocado profundos cambios en la familia.
Arlindo actualmente vive con graves secuelas del derrame cerebral hemorrágico. Según explicó Flora, padece una enfermedad autoinmune, usa una sonda de alimentación (gastrostomía) y respira por una traqueotomía. Según ella, cuesta más de R$30.000 al mes solo cubrir el seguro médico del samba, además de otros gastos adicionales que no están cubiertos.
En este contexto, Flora afirmó que el impacto financiero vino acompañado de un sentimiento de abandono. Según se informó, tras el empeoramiento de la condición de su padre, amigos que antes eran cercanos a ella se distanciaron. El arrebato se incluyó en extractos publicados de la biografía "El Sambista Perfecto", que narra la vida de Arlindo.
¡Nos abandonaron muchísimo! Para mí, la amistad es mi familia. Estamos juntos en todo, y el resto son colegas, compañeros. Los amigos son familia.
En otro extracto, la hija de Arlindo compartió reflexiones sobre la imprevisibilidad de la vida y la importancia de valorar a quienes la rodean. El derrame cerebral, dijo, ocurrió mientras su padre se duchaba, un momento cotidiano que cambió drásticamente. "Fue una lección, sobre todo, de que debemos amar como si no hubiera un mañana, porque el mañana es incierto... No sabemos qué nos sucederá en el futuro cercano".
Flora también recordó que, antes de la tragedia, su realidad era estable y similar a la de sus familiares. Sin embargo, el cambio en la salud de su padre la obligó a experimentar un marcado contraste. "Experimenté ambos mundos y pasé del Cielo al Infierno. Antes de perderlo todo, mi realidad siempre fue similar a la de mi familia".
Además de las dificultades logísticas y emocionales, señaló que la situación también implica desafíos legales y médicos. El cantante se sometió a cinco cirugías de cabeza y, como ella misma destacó, hubo momentos en que ni siquiera su seguro médico cubría sus necesidades de emergencia. "El espectáculo se canceló, hubo una demanda, tuvo cinco cirugías de cabeza; hay muchas cosas que el seguro médico no cubre... Han pasado siete años desde el derrame cerebral".
Estas declaraciones refuerzan el aislamiento que han vivido Flora y su familia en los últimos años, marcados por la lucha constante para garantizar el cuidado de la cantante de samba y también por lidiar con el impacto de la ausencia de antiguos aliados.
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